El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es uno de los productos más valorados en la gastronomía por sus beneficios para la salud y también por la riqueza de sus aromas. Estos aromas son un indicador clave de su frescura y calidad. Un buen AOVE ofrece una amplia gama de matices que van desde lo frutal y vegetal hasta lo herbáceo, lo que lo convierte en un producto muy versátil. Los aromas que se perciben dependen de la variedad de aceituna, el momento de la cosecha y el proceso de extracción. En este blog, te explicamos exactamente cuáles son los aromas presentes en un aceite de oliva virgen extra de calidad.
Aromas frutados
El primer grupo de aromas que se suele percibir en un aceite de oliva virgen extra de calidad son los frutados. Estos aromas evocan frutas frescas y son una señal clara de un buen aceite. Entre los más comunes se encuentran la manzana verde, el plátano maduro y el tomate verde. La manzana verde suele aportar una frescura y dulzura ligeras, muy típicas de variedades como la Arbequina. El plátano maduro añade suavidad y dulzura, mientras que el tomate verde es más característico de aceites del sur de España y otorga un perfil más herbáceo.
Los aceites de oliva de cosecha temprana suelen tener un frutado más verde y potente, mientras que los aceites de cosecha tardía son más dulces y maduros. El frutado es un indicador esencial en la valor
ación de un AOVE, ya que denota frescura y calidad.
Aromas vegetales
Otro grupo importante de aromas que se encuentran en un AOVE son los aromas vegetales, que evocan hierbas frescas y plantas. Uno de los aromas más destacados es el de hierba recién cortada, un indicativo claro de un aceite fresco y de alta calidad. También es común encontrar notas de alcachofa y hoja de olivo, ambas contribuyendo a un perfil aromático más complejo y profundo. Estos aromas añaden una dimensión vegetal que realza la naturalidad y frescura del aceite, haciendo que se sienta más cercano a su origen agrícola.
Aromas herbáceos
Los aromas herbáceos son otra categoría clave que se percibe en aceites de aceitunas verdes. Los más comunes incluyen notas de menta, albahaca o incluso romero. Estos aromas aportan frescura y un toque balsámico que equilibra la riqueza frutal y vegetal del AOVE. Algunas variedades de aceite pueden ofrecer incluso matices de hinojo, lo que les otorga un carácter distintivo y sofisticado. Estos aromas herbáceos, aunque más sutiles, son un reflejo de un aceite bien elaborado y de aceitunas de calidad.
Aromas florales
Un aceite de oliva virgen extra de alta calidad también puede contener aromas florales. Aunque estos no son tan predominantes como los frutados o vegetales, las notas florales añaden una delicadeza particular al aceite. Algunos AOVEs pueden recordar a flores silvestres o incluso a azahar, lo que añade una sensación de suavidad y complejidad al conjunto aromático. Estos aromas florales son más frecuentes en aceites de variedades suaves y equilibradas, y suelen estar asociados a aceites de alta gama.
Por último, en algunos aceites de oliva virgen extra también se pueden detectar otros aromas más inusuales, como frutos secos (almendra o nuez), que aportan redondez y riqueza. Además, algunos aceites, especialmente los de cosecha temprana, presentan notas de pimienta verde o un toque picante, lo que indica un buen contenido de polifenoles, compuestos antioxidantes responsables de esas sensaciones de amargor y picor. Este toque picante es una característica deseada en muchos aceites de alta calidad, ya que es un indicador de frescura y de que el aceite conserva sus propiedades saludables.
Los mejores aceites de oliva virgen extra son aquellos que logran un equilibrio entre todos estos matices, proporcionando una experiencia única tanto en nariz como en paladar. Estos los puedes encontrar en nuestra tienda online.