El consumo moderado de vino, posee efectos beneficiosos para la salud. En base a esto el consumo de vino incrementa el apetito y facilita la digestión de las proteínas alimenticias al tratarse de un producto con ph ácido.
Así mismo el consumo moderado de vino, al ser ansiolítico, favorece el sueño y es tranquilizante. En cuanto al sistema circulatorio, inhibe la formación de trombos y disminuye los niveles de colesterol malo.